No le des de mi y..menos a ella.

Toda la Debilidad con la que me has dejado, las fuerzas de las que me has despojado, las ilusiones robadas, las entregas perdidas..., lo has usado para darle. Le das de lo mio. Le das mi vida para que no sufra.
Aunque para darle me hayas abatido y dejado arramblada, y cubierta mi piel de polvo seco y mi garganta, tu gloria se la dedicas a ella. Rodando aun caliente mi sangre, haces de esos hilos rojos de la guerra, ....su crucero de vivas luces y música. De mi vientre abierto caído de cuajo en la tierra, ....un recodo para que en su descanso se siente con su traje blanco, ...al viento. De mi pelo enredado por los huracanes locos de mi desasosiego, ....cojín para que su espalda no sufra el andar de su día...junto a ti.

Mis cosas aunque sean mis derrotas, son Mias. "No le dés de mi a nadie", y menos... a ella. Mi dolor no lo transformes en su fortaleza.
Qué ruin es mirar desde fuera el abandono y sentir la corona brillando en vuestras cabezas. Brillos falsos de colores vulgares, y satisfacciones de penas ajenas.
Qué pareja más adecuada. Cuando os mire, si es posible, ..que mis ojos de lágrimas secas y pegadas, tengan la dicha de " no veros" . Solo veré mis huellas, y recordaré que entregar a quién ya quiere es.... tirar en ancla a la arena, para que tu esquelético cascarón, cuando surque el mar, encalle, y ...no dé ni pena.

Te he hecho falta para que tu monotonía se despertara. Para que tu paternidad la vislumbraras. Para que tus días se llenaran de sabores, de cariños, de miradas, de cuidados, de "tiempo", de generosidad, de " piel" , de gozos y gustos, de dulces, de AMOR....

Te he hecho falta!

Pero el ahogo es tal que la densidad se mete por mi boca, por mis oídos, por mi nariz, por mi garganta, y...este ahogo no se lo " regalas" a ella, me lo has cedido a mi. Esto no es amar, es morir. Si tu voz va a rasgar el tiempo de mis días, y luego tus manos van a "sentirla" a ella, más vale que asfixies tus palabras, que son solo palabras, que no me demuestran, que "no me hablan".

Quiérela como lo sueño, como lo imagino y sangra mi extremecimiento. Quiérela como me dices, como "lo veo" y ciega mi luz. Quiérela! Siempre que la ames, tú no pero, tu corazón que sí fue mio, llorará que no es mi piel y no son mis sabores. Mientras tú eras de ella, tu corazón fue mio.