lunes, 23 de agosto de 2010

Orillando la Desesperanza



Pulula los bordes de mi cama.
Da toques en la puerta de mi Alma...
Me agarraré a La Tierra,
que no rote,
que esté impávida!
No te muevas,
quedate como mi almohada.
Desesperanza y yo estamos ahora solas,
sordas ante el Futuro,
compañeras que no se miran a la cara.
Ella no huele, no palpita, no me da calor, ...no vale para nada!
Solamente se pasea a mi lado,
y me araña, siempre me araña.
Me hace saber que él ya no va a volver.